jueves, 30 de abril de 2015

Los viajes del alma, alimento de los sueños...

... Las luces se apagan... el telón se corre... y comienzan a sonar las primeras notas musicales de la presentación... una imagen irrumpe amplia en la pantalla... el sonido de una bocina ronca y la mayor cara de felicidad que he visto en mi vida... asi comenzaba el documenal "A 60Km" que relata la historia de un padre y sus dos hijos quienes dieron LA VUELTA AL MUNDO en una MEHARI...
Un hombre... un sueño... un loco... un delirio en el que nadie creía. El sueño de un individuo,  que se termina convirtiendo _de alguna forma_ en "el sueño de todos"...

Aquella noche estaba en el cine con mi ahijada de 15 años. Una noche que _una vez mas_ estrecharía un vínculo ya de por si estrecho. Había mucha gente en la sala... padres con sus hijos... amigos con amigos... familias... y estoy segura de que cada uno vio _de alguna manera_, una película diferente. Cada hijo la vio desde "su" lugar de hijo... y cada padre desde "su" lugar de padre... pero lo que todos tuvimos en común aquella noche fue esa desbordante idea de que "todo es posible" y de que todos los sueños _por locos e imposibles que parezcan_ pueden hacerse realidad...




Tendrían que ver la película, _y de hecho también tendrían que leer el libro_ para poder comprender del todo a que me estoy refiriendo exactamente, pero aún asi, no puedo evitar escribir sobre lo que despertó en mi alma aquella noche mágica.

El sueño de un hombre común  que nace cuando sus hijos aun son niños. Un sueño que había quedado casi dormido en el fondo de un cajón hasta que un día irrumpe con fuerza rasgando la cotidianidad de una persona. Un sueño que aparenta ser imposible y surrealista. Un sueño que solo necesitó una simple pregunta... "Y PORQUE NO...????"  Un sueño que cambio la vida de toda una familia para siempre. Un sueño que nos recuerda que SI... que realmente TODO es posible.


Rumbo a la aventura de vivir! "LA PODEROSA" devora caminos... a 60Km/h


Si bien la película y el libro relatan esta travesía casi inverosímil, más allá de ello, la importancia de su mensaje va mucho más lejos. Habla de ese "vacio" que tantos hemos experimentado en algún momento de nuestras vidas. Habla de ese instante de "lucidez" en el que nuestro corazón se pone a cotegar imágenes de "lo que soñamos hace años" vs" la vida que tenemos hoy". Es ese momento sublime en el que nos permitimos tomar conciencia de que no estamos conformes con el rumbo que tomó nuestra vida. Cuando miramos atrás y nos preguntamos donde se desvió el camino. Habla de todas las cosas que vamos perdiendo día a día refugiados en nuestro pequeño "espacio de confort" sin atrevernos simplemente... a vivir!!! Habla de todos los "pactos" que hacemos a diario dejando que nuestra alma muera un poquito cada día... habla de como las almas se marchitan oprimidas por nuestro miedo a cambiar lo que nos hace daño. Habla de los "sueños postergados", de los "espacios" que vamos perdiendo y de los momentos que dejamos escapar a diario... Habla de la libertad real que perdemos a diario "encorsetados" en un mar de consumo, obligaciones, espejismos, compromisos y apariencias. Habla de recuperar nuestra esencia y descubrir que es lo que realmente queremos. Habla del coraje que necesitamos para tomar la decisión de recuperar nuestras vidas. Habla del viaje interior que cada uno de nosotros debería tener la oportunidad de hacer en algún momento de su vida. Habla de la tolerancia, las desavenencias,  la aceptación y por encima de todo, del amor genuino que debe prevalecer por encima de nuestras diferencias. Habla de afrontar las dificultades y tener FE... no fe "religiosa" sino FE en su estado mas puro... FE... en que todo es posible y en que si uno es capaz de CREER... las cosas simplemente...  suceden.


A solas con uno mismo... alimento de los sueños y el alma.
 

Algunos de nosotros tenemos preciosos recuerdos de momentos compartidos con nuestros padres... otros no. Algunos tenemos recuerdos entrañables de momentos compartidos con tios, abuelos o simplemente, con amigos queridos. Un viaje corto, un campamento, un día de playa, o simplemente, un cuento leído de manos de una abuela en camisón. Otras veces es una charla "mate de por medio" con una amiga, con ese "hermano de la vida".  No importa. Simplemente, son momentos que atesoramos a lo largo de la vida y que viven en nuestro corazón alimentándonos el alma cuando la tormenta se cierne sobre nuestros corazones  en tiempos difíciles.

Aquella noche salimos del cine con mi ahijada, con una mezcla de emociones convulsionadas que oscilaban desde el llanto silencioso e imparable,  a la risa descontrolada,  todo al mismo tiempo. Pero aquella noche pasaría a formar parte de uno de esos preciosos recuerdos que llevaremos en el corazón para siempre. Un momento especial compartido con alguien especial. Mi ahijada vive lejos, _de hecho, en otro país_. Sin embargo, nuestros corazones están muy cerca.  Hemos hecho muchos viajes juntas, _cortos_ pero sustanciosos. De hecho ella había hecho recientemente un viaje muy especial,  a solas con su madre. Aquella noche, todas las vivencias compartidas tomaron una nueva dimensión y un nuevo significado. Aquellas emociones que compartimos en el cine pasarían a formar parte de esos momentos únicos que se convierten casi en un "pacto" entre dos personas. Aquella noche mi ahijada SUPO en lo màs profundo de su ser, que realmente, TODO es posible y que realmente debemos ir tras nuestros sueños...

Se acercaba su cumpleaños... y pensaba en su regalo... entonces supe que tenía que conseguir el libro sobre esta travesía. El regalo para ella se convirtió en un regalo adicional para mi misma. Logre conectarme con Mario _el protagonista de esta historia_ quien muy amablemente me llevo el libro hasta la puerta de casa, montado en la lejendaria "PODEROSA" que había dado la vuelta al mundo. Conocer a Mario en persona, fue "un viaje dentro de otro viaje". El viaje que nació de un sueño loco, que se convirtió en el viaje de muchos _ya que durante los más de 4 años de travesía muchas personas a lo largo y ancho del mundo pusieron su grantito de arena para que pudieran seguir, y otros muchos los seguían a través de su blog_  había cambiado tanto la vida de Mario, que hoy su vida sigue siendo recorrer el mundo a bordo de "LA PODEROSA" con su compañera, viviendo una vida mucho mas "sencilla" (sencilla en lo "material" pero mucho más RICA  en "VIDA" que la de muchos de nosotros...) explotando su libertad al máximo.


Mario Sabah y "LA PODEROSA" en casa, en nuestro primer encuentro...sin palabras!


La "ebullición" nacida en mi alma dio paso a que viera la película varias veces, primero con mi marido, luego con uno de mis amigos más queridos _mi hermano de la vida y del alma_ y mi tía... _que es mucho más que una tía..._  y que todos quisiéramos leer el libro _y de alguna manera, también colaborar con que este sueño siguiera rodando por el mundo..._ por lo cual me encontré con Mario tres o cuatro veces antes de que emprendiera viaje nuevamente para hacerme de varias copias más de su libro. Imposible no estar un par de horas en cada encuentro,  hablando con este hombre repleto de vida, de mirada clara y luminosa, que además de rico en vivencias, es rico en sabiduría y magia. De esas charlas nacen nuevas emociones, _y de nuevo_ esa certeza de que todo es posible, de que uno debe seguir persiguiendo sus sueños, y de que cuando uno toma la decisión, la magia viene sola a echarnos una mano en el momento menos pensado. Es retomar el concepto olvidado de que en realidad es muy poco lo que uno necesita para ser feliz. Es recordar que no hay sueños grandes o pequeños, simplemente, hay sueños, son importantes para cada uno de nosotros, y es más importante aún ir por ellos! Dejar de lado lo superfluo e ir atrás de las cosas que realmente nos alimentan el alma!

Entre las muchas cosas conversadas con Mario, rescato dos que son las que me llevaron a escribir este post...

No importa CUAL sea tu sueño. El sueño de Mario fue este viaje. Pero todos tenemos sueños. Grandes... pequeños...  "imposibles"...  "locos"... no importa. Lo que importa es ir en busca de ellos. SABER que SE PUEDE. No dejarlos que mueran en un cajón. Hacer lo que sea necesario para concretarlos.

Lo otro que no debemos olvidar es la importancia y el valor de las cosas SIMPLES... esas que no son ni "caras" ni "costosas"... o que simplemente, ni siquiera se compran con dinero. Las personas que conocemos, con las que compartimos momentos valiosos, ricos, que nos llenan el alma. Las personas que nos hacen reir... con las que podemos llorar... el abrazo del rencuentro, el hombro para llorar la pérdida, el amigo que  nos muestre otra perspectiva, la sonrisa clara de tu hijo descubriendo el mundo, la euforia de lograr una meta...


 
Momentos que marcan un "antes y después" en nuestras vidas. Punto de inflexión
 

Pero aún hay mas... hay mucho mas... Esta el viaje en si mismo!! La meta solo es un punto donde posar la vista que nos recuerda en que dirección queremos ir. Pero el viaje no es menos importante. El camino es parte crucial. Porque es la vivencia. Es el sentimiento. Es lo que aprendemos, las personas que llegan a nuestra vida. Es el desafío, pero también es el premio. Es ese momento en que los obstáculos parecen estar a punto de hacernos claudicar... pero buscamos fuerzas y no sabemos como... pero volvemos a dar batalla por un rato mas, y entonces... las cosas salen!

Algunos viajes por razones aparentemente "tristes" terminan en grandes momentos de comunión con los que amamos. Aquí con mi viejo, luego de la muerte de mi madre, en un viaje magnifico _para despedir a la vieja_ que nos unió como nunca y nos permitió "re-descubrirnos" desde un nuevo lugar.


Ningún camino está excento de percances. En ningún viaje que emprendamos. Y la vida es exactamente igual. Hay un grupo de amigos que nos ayudarán a tomar coraje apoyando nuestros delirios, tanto como habrá una larga lista de "detractores". Hay distracciones. Hay demoras. Hay baches. Pero aun así, uno debe tener la vista puesta en la meta. Uno debe tener claro que ningún mal es eterno. Que todo tiene solución. Y también hay personas, afectos, compañeros de ruta. Algunas veces nos acompañan por un largo tiempo, otras apenas se cruzan en nuestras vidas. Es probable que algunas personas que amamos tengan que partir antes que nosotros, pero eso también forma parte del camino. Y no se irán del todo, porque siempre van a ocupar un lugar en nuestro corazón... precisamente, porque lo más rico de nuestra vida, lo que ningún dinero puede comprar, son nuestras vivencias, nuestras experiencias, los momentos gozados en que nuestra alma se siente liviana y feliz, tanto como los momentos en que la tristeza parece tan pesada que amenaza con aplastar nuestro ser. Los momentos en que la batalla es contra nosotros mismos, cuando perdemos el "foco" y nos dejamos ganar por nuestros propios miedos, nos alejamos de nuestro ser mas profundo y nos sentimos desorientados, creemos que todo ha sido _o es_ en vano. Sin embargo, lo que pocos logran ver realmente, es que también esos momentos de pena han de transformarse algún día en un momento grandioso. Porque nos ayudan a apreciar las cosas. Porque aprendemos, nos fortalecemos. Medimos nuestras propias fuerzas! Porque somos capaces de sobreponernos y seguir adelante sin detenernos. Porque "a pesar de" seguimos a paso firme. Enfocados en lo que realmente queremos y necesitamos. Y aprendemos a confiar. A confiar en ese sentimiento que muchas veces no podemos definir... pero que sentimos que nos nace desde el fondo mismo de las tripas, que nos recuerda quienes somos y hacia donde vamos.  Porque un día vamos a mirar atrás y vamos a poder decir "lo logre!!! si!! lo hice!!!" y ese es el momento mas sublime de todos... cuando uno comprende que ha sido capaz de la conquista más difícil... se ha conquistado a si mismo! Y entonces, ahí si... nada es imposible!


Hacer las pases con uno mismo, con la vida, con lo que somos...