lunes, 6 de marzo de 2017

Soy una "histerica", lo admito.

En algún punto, que no se precisar... y en algún momento que no logro definir, pasados los cuarenta, a mi se me zafó algún resorte que no puedo (y francamente, aun no se si quiero) encontrar. 



Cuando era niña, y a medida que crecía, a veces veía a mi madre y pensaba que era una histérica importante, con un "dejo" que evoluciono de leve a intensamente amarga. Pero bueno!, que a mi madre le molestaban cosas insólitas, que no podía con sus ansiedades, y que, a veces, realmente merecería poder irse a vivir a una isla desierta para poder estar realmente a gusto con ella, con la vida y con el prójimo. Por aquel entonces, les hice jurar a mis amigos que el día que me vieran que iba perfilandome por ese camino, me hicieran el favor de matarme antes de llegar a convertirme siquiera en una tímida sombra de mi sufrida madre. 
Pero el caso es que la vida ha seguido sus carriles normales. De hecho mi madre hace tiempo ya no está en este mundo, y a veces siento que desde el cielo me guiña el ojo con una sonora carcajada de las de ella... porque me ve haciendo y diciendo todo aquello que tanto le supe criticar tantas veces. 
Y puesto así, esto no dejaría de ser una historia común de gente muy común que nos ha sabido afectar a casi todos a medida que crecíamos. Pero sin embargo, no todo es lo que parece. 
Dicen que "lo que se hereda no es robado" y es cierto. Soy un perfecto mix de lo mejor y lo peor de mis padres en su versión corregida y aumentada. Soy conciente de ello. 
Y como soy conciente de todo eso, es que también sé la educación que recibí,y las miles de veces que me supieron poner límites, sé cómo me enseñaron sobre respeto y educación y como mis padres, en el acierto y/o en el error, templaron mi carácter de la mejor manera que supieron. En resumen, que para muchos tengo una educación un poco "chapada a la antigua". 
Sin embargo, mis padres, además de una educación y modales me dieron herramientas de sobra para poder defenderme en la vida, y sobre todo, para no convertirme en una inútil consumada y sin cerebro. Sin importar que estudiara, me enseñaron, entre otras cosas, a pensar por mi misma y usar esa magnífica materia gris que viene de fábrica y no tiene costo extra. 




Con todo esto a cuestas, es obvio que a veces los umbrales de mis expectativas respecto al entorno están un poco por encima de lo normal, de forma inversamente proporcional a mi grado de tolerancia frente a la inutilidad, la ineptitud,  y la apatía, que muchas veces campean en el mundo actual. Pero esto, es parte de mis propias ansiedades... y lo asumo. 
Ahora, veamos un poco más a fondo qué me enseñaron: Me enseñaron que mis derechos TERMINAN donde comienzan los derechos de los otros. Un detalle no menor. Me enseñaron que hay horarios para hacer ruido, y horarios para respetar el sueño y el descanso ajenos. Me enseñaron que uno tiene que ser el primero en dar el ejemplo, porque sino, no tiene autoridad moral para reclamar luego sobre lo que está mal. Me enseñaron que para poder "mandar" primero tenia que saber "hacer" yo misma lo que le pedía a los demás, porque de lo contrario no estaba capacitada ni para apreciar la diferencia, ni para evaluar los resultados. Me enseñaron a trabajar en equipo y que ninguna tarea es menor que otra. Que a nadie se le caen los anillos por pasar una escoba, y que a veces las tareas más simples son las que más suman en un equipo. Me enseñaron sobre responsabilidad. La responsabilidad de tener un hijo, de tener un perro, de tener a alguien a cargo. La responsabilidad de tener un equipo de gente a cargo, un familiar o un trabajo. (Si tenés un hijo cuidalo, no lo pierdas de vista, no dejes que sea maleducado con la gente, enseñale modales, etc etc etc. Si tenés un perro (aplica para todo tipo de mascotas) hay que alimentarlo, sacarlo a pasear si necesita, limpiar su mugre (incluye juntar lo que hace en la calle y jardines ajenos), si tenes un trabajo llegá en hora, cumplí con tu tarea, hacelo lo mejor que seas capaz de hacerlo, etc etc) Me enseñaron sobre aquello de que cada acción (buena o mala) tiene consecuencias, igual que cada decisión que tomamos en la vida. Que ganar algo, importa perder otra cosa, porque cuando elijo, siempre implica dejar algo de lado. Me mostraron con el ejemplo que los modales nunca sobran, que ceder el paso, decir "gracias" y "por favor" son acciones gratuitas pero bien "pagas" por quien las recibe, y que las buenas costumbres, es mentira que pasan de moda. 
Y por esos caminos fue discurriendo mi existencia...






Quienes me conocen saben que no me caracterizo por ser alguien "paciente", sino más bien, todo lo contrario: cultivo las mismas ansiedades de mi madre "histérica". Sin embargo, puedo tener una paciencia infinita con una cajera que está en su primer día de trabajo, porque todos tuvimos un primer día de trabajo y nadie nace sabiendo nada. Lo que no puedo es tener paciencia con la persona que hace media hora esta en la fila de la caja, sabiendo que va a pagar con tarjeta, y en lugar de buscar, al menos la billetera, esta bobeando con su celular, y luego hay que esperar media hora que encuentre la tarjeta. Pero vamos,,, esto es un detalle menor. Y a quien no se le ha olvidado (empezando por mi...!!!) presentar el ticket de la devolución de los envases... y se da cuenta cuando ya cerraron la cuenta!? Lo que no hago es armar un escándalo en la caja, que incluye, de paso y cañazo, insultar gratuitamente a la cajera, y demorar media hora la fila cargada de gente tan ocupada como el resto de los mortales. 
Las playas de nuestras costas lucen grandes carteles que indican que no se puede (al menos durante la temporada veraniega) bajar con animales a la playa. Pero en Punta del Este, en Valizas y en varios lugares más, los perros abundan en la playa. Casi todos con dueño, y casi todos sin correa. Así que, si pensabas comerte algo en la playa, probablemente, termines como yo, acostada en la arena con un perro lamiendo tu cara, en el mejor de los casos que no te arranque una mano de un mordisco, ante la absoluta indiferencia de su propietario que te mira muy divertido con cara de "que lindo es mi perro" y se pregunta seriamente, como podés ser tan amargo de no emocionarte porque su can te esta lamiendo hasta en lugares inimaginables. 
Conocen la genialidad del pagar con TELEPEAJE??? Es magnífico!!! Casi no hay demoras cuando tenes que pasar por los puestos de la ruta... excepto cuando alguno que obviamente falto a la revisión del oculista no ve el cartel que dice SOLO TELEPEAJE y se queda trancando la incalculable cola de autos que tiene detrás y arma un embrollo de novela, porque obvio, es la hora pico!!! Y encima se da el lujo de insultar a los exaltados autos que tiene detrás. 
El tema del tránsito es un capítulo aparte: los autos modernos no incluyen señaleros, ni balizas, y uno debe adivinar como por arte de magia que corno piensa (si es que piensa... ) hacer el de adelante! Y obviamente, a nadie le enseñaron para que cuernos sirven esas preciosas líneas de colores pintadas en la calle y en la ruta que delimitan cosas absurdas como carriles, preferencias de paso, zonas autorizadas para adelantar otros autos, etc... De hecho se gastaron no se cuanto dinero en hacer terceros carriles para adelantar en la ruta 9 pero la mayoría todavía no entiende para que están y siguen por la izquierda a 45 Km trancando cuadras y cuadras de ansiosos (e histéricos) conductores que esperan poder rebasarlos y retomar la velocidad normal. 
A estas alturas, aparte de algunas risas más o menos jocosas, seguramente, todos han confirmado que el título de mi POST no era mentira... y que realmente, alguna tuerca se me aflojo con tanto traqueteo en este viaje por la cuarta década... Pero les voy a demostrar que no es así.



Qué pasa cuando estas cosas aparentemente tontas se vuelven más serias? Que pasa cuando estas "bobadas" que a diario la gente transgrede con absoluta conciencia (e impunidad), y cada uno de nosotros "por no ser unos histéricos" dejamos pasar,  terminan teniendo consecuencias más serias, y muchas veces irreparables?. 
Podemos empezar por preguntarle a alguno que haya tenido un accidente en la ruta, sobre las consecuencias de adelantar en un lugar no permitido. Lo peor de esto es que generalmente, siempre el que trasgrede la norma, "el re vivo" que no respeta y es irresponsable, se lleva gratuitamente a alguien que venía bien, a la velocidad permitida, con todas las de la ley.... Y la ley de lo que no te protege es de los idiotas. 
Te gustan los animales? A mi me encantan! Amo a los animales! Creo que menos arañas, casi cualquier bicho me cae simpático. He tenido varios. Siempre han sido parte de la familia. Desde un Tero hasta lo usual: perros, gatos y peces. Empezamos con lo básico: Tortugas de agua, hamsters, peces. Cosas fáciles de cuidar para un niño. Con ellos nos enseñaron la responsabilidad de cuidarlos y respetarlos. Pero parte de tener una mascota incluye lo que se llama tenencia responsable. Expresión que muy pocos conocen su significado. Significa que tu perro tiene que salir con correa, que no puede ladrar toda la noche sin dejar dormir a toda la cuadra, y que lo que hace lo tenes que juntar. Así que obviamente, cuando tengo que juntar lo que hacen los perros de los vecinos porque sino el olor es insoportable y no puedo abrir ni la ventana, cuando en una semana no puedo dormir una sola noche entera porque el perro de enfrente queda suelto adelante y ladra desquisiadamente apenas vuela una mosca como si estuviera en mi propio dormitorio, y especialmente, cuando una perra cimarrona que paseaba sin correa con su dueña se metio a mi jardín y literalmente,se masticó a mi gato... me pongo un poco histérica.



"Matute": mi gordo bello! Siempre te vamos a extrañar..



La lista de ruidos molestos es amplia. Desde alarmas que suenan y suenan todo un fin de semana sin que nadie les desconecte, los perros que ladran incesantemente, las podadoras de césped a las siete de la mañana un domingo... cada una por si sola, es una tontería. Pero cuando las horas y los días de sueño, mal dormidos, se acumulan, se suman al cansancio de largas jornadas de trabajo. Cuando el perro ladrando se suma a la alarma que no para de sonar y uno intenta concentrarse en su trabajo en la computadora, y sobre todo cuando el perro del vecino se escapa y se abalanza sobre el niño que pasa por la puerta... entonces me pregunto... de verdad soy tan histérica? 
El inicidente de la perra cimarrona termino asi:  A las seis de la mañana por una extraña cohincidencia planetaria, una señora paseaba plácidamente con su perra tomando mate. Justo en el preciso instante en que uno de mis gatos (el más viejo, y  que estaba ciego) dormitaba a la sombra en su jardín. El jardín de SU CASA. Quiso el destino, que en ese preciso instante un vecino tempranero abriera el portón del edificio... y la perra entró como rayo abalanzándose sobre mi gato al que tomó completamente desprevenido. Nosotros sentimos los maullidos y los gritos que nos hicieron saltar de la cama. La escena desde la ventana era dantesca. La perra con furia zamarreaba al gato entre sus dientes. El gato intentaba defenderse como podía y la dueña de la perra gritaba histérica que alguien la ayudara mientras era incapaz de poder controlar a su perra frenética. Salimos casi en calzones al jardín con mi marido y nadie podía sacarle el gato a la perra. Pasaron largos e interminables minutos hasta que lo logramos. Mi marido se llevo al maltrecho "Matute" para adentro, mientras yo intentaba que la perra no volviera a escaparse frente a la descontrolada propietaria del can que a punto de darle un infarto en mi jardín, solo atinaba a decirme "disculpeme señora, disculpeme por favor". 
La señora se marcho con su perra apenas logro recuperar el aliento y yo salí disparada a llamar al veteriario que vino prestamente. Pero nunca supe de dónde salió aquella señora con su perra porque jamás los volví a ver. Dos semanas más tarde, y a pesar de los esfuerzos y cuidados nuestro "Matute" dejó de pelear y se murió. Atrás de la señora quedaron una abultada cuenta del veterinario, pero sobre todo, el dolor de perder de la manera más injusta a uno de nuestros gatos al que adorábamos con locura y que me acompaño por diez años. La señora ni siquiera vino a ver si el animal aun estaba vivo. Mucho menos hacerse cargo de los gastos, lo cual es irrelevante ante la perdida del ser que amamos. Y la pregunta obligada aquí es esta: Y si en lugar de mi gato, la perra hubiera agarrado a tu hijo? Si en lugar de mi gato, la perra le saca una mano o le desfigura la cara a un niño? Se arregla solamente con un "disculpeme señora"?







Yo soy una histérica, lo admito. Lo asumo.  Soy una histérica que no hace ruidos molestos antes de las 11.00 de la mañana ni después de las 21.00 hs,  porque me enseñaron que había que respetar el sueño ajeno. Soy una histérica que educo a mis animales para que no jodan a los vecinos, mis gatos usan su bandeja y no tengo perro porque no tengo un jardín exclusivo para mi y se que tenerlo es joder a los vecinos, no tiene el espacio necesario, y no estoy las horas suficientes para poder atenderlo como merece. Soy una histérica que no dejo la alarma conectada si no le voy a dar pelota. Soy una histérica a la que, de niña, le enseñaron a no hacer ruido a la hora de la siesta, y a no invadir las casas de los vecinos. Soy una histérica que no adelanto en la doble raya amarilla aunque me metas tu súper camioneta gigante pegada en la nuca porque no se lo que viene del otro lado. Soy una histérica que digo "gracias" "por favor" y "buen día". Soy una histérica que llevo una bolsita dentro del auto en la cual tiro todos mis residuos en lugar de lanzárlos por la ventanilla en medio de la calle. Soy una histérica que se baja del auto y toca timbre donde va, o llama por teléfono, en lugar de tocar bocina como una enferma en la puerta. Si... soy una histérica bien educada y antigua que a veces se siente demasiado fuera de lugar en un mundo cada día mas desconsiderado y egoísta. 

Soy una histérica... y me encanta serlo! 

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